Son las doce diecisiete en la nada.
Las doce veintiséis en el hablando estupideces, y en el recordando escenas pasadas y personas de otra vida.
Mientras los cerdos vuelan en el aire y en las metáforas, literalmente.
Mientras el tiempo sigue trascurriendo sin que nadie lo atrape ni detenga ni lo capture un instante.
Son las doce treinta y uno en el fin de la película. Y las doce treinta y dos en el mejor apago la tele.
No se por qué pero así se llaman las ideas.
Y éstas llegan, pero hay que masticarlas.
Y así se trancan se difuminan se esparcen se diluyen.
Entrecomillas se pierden las ganas de hacer y los etcéteras.
Sin embargo pese a esto y todo lo demás…
Son las doce y treinta y tres en la nada.
Las doce veintiséis en el hablando estupideces, y en el recordando escenas pasadas y personas de otra vida.
Mientras los cerdos vuelan en el aire y en las metáforas, literalmente.
Mientras el tiempo sigue trascurriendo sin que nadie lo atrape ni detenga ni lo capture un instante.
Son las doce treinta y uno en el fin de la película. Y las doce treinta y dos en el mejor apago la tele.
No se por qué pero así se llaman las ideas.
Y éstas llegan, pero hay que masticarlas.
Y así se trancan se difuminan se esparcen se diluyen.
Entrecomillas se pierden las ganas de hacer y los etcéteras.
Sin embargo pese a esto y todo lo demás…
Son las doce y treinta y tres en la nada.