Mientras el perro ladra y la luz de la ventana, a la izquierda, comienza lentamente a reemplazarse por la luz de la pantalla, a la derecha; y yo bajo la mirada para no equivocarme en presionar las letras correctas, y mis lentes de deslizan hasta la punta de mi nariz, y los sostengo justo a tiempo para evitar que caigan de sopetón sobre el teclado, y el ruido - similar a engranajes - del viejo pc llena mis oídos, y pienso en que el reproductor se calló de súbito, y dirijo la mirada al parlante solo para cerciorarme que la pequeña luz verde siga encendida, y me doy cuenta que termino el disco, y bajo esta ventana, para abrir otra y poner otro disco, y vuelvo, y cambio una coma por un punto y coma, y unos pasos cruzan la casa detrás, a mis espaldas, solo para entrar al baño y volver a la pieza del fondo, y en la tv siguen hablando los expertos del history channel, que no escucho con claridad, ni me interesa, y desde la otra pieza los dedos de mi hermana siguen martillando las teclas de su propio teclado, y cada vez es menos la luz de la izquierda y más la de la derecha... yo sigo en blanco.